miércoles, 23 de febrero de 2011

Descripción de Aurelio "Las seis caras de un dado"

Aurelio:

Aurelio


En una carretera perdida, donde algunos camioneros hacían un alto en el camino, se encontraba el negocio de Aurelio. Un lóbrego y destartalado local de alterne que había montado en su juventud. Por aquel entonces, tras haber pasado tres años en la cárcel por narcotráfico, sólo encontró la ayuda de su hermano, quien le prestó dinero a cambio de una parte de los beneficios. Hoy, veinte años después, las deudas parecían haberse convertido en su peor pesadilla.

Aurelio, sólo y desesperado, se encontraba sentado frente a la mesa de su despacho. Su barriga, formada por unos peludos pliegues de grasa, le desbordaba por encima del pantalón dejando a la vista una piel pálida y flácida. Los pesados colgajos le deformaban el cuerpo sin permitirle hinchar los pulmones con normalidad.

En lo alto de la habitación una lámpara colgante iluminaba parcialmente el despacho dejando el techo en completa oscuridad. Aurelio, sofocado, sentía cómo las gotas de sudor recorrían su despoblado cuero cabelludo produciéndole un cosquilleo. Nervioso de tanto picor se rascaba una y otra vez, y cada cierto tiempo, entre calada y calada, se agarraba la camiseta de tirantes y trataba de airearse despegándosela del pecho.


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