Os dejo aqui un articulo de Qué leer muy interesante
Al llegar, Max tuvo un sueño extraño. O quizá no fue un sueño.
Quizá era el jet lag. Había volado más de doce horas sin saber dónde terminaba la mañana y dónde co menzaba la noche. Había dormido sentado, alternando la vigilia con desagradables pesadillas. Hasta donde recorda ba, el vuelo había sido sólo un largo y espeso duermevela. Y las cosas no mejoraron en el aeropuerto. Se sentía ma reado y aturdido, y le costaba entender por dónde ir o qué hacer. Imitaba torpemente a los demás pasajeros en la es peranza de salir de ahí tarde o temprano.
En el pasillo a la aduana, llamó su atención un cartel:
Bienvenido a Tokio
si siente algún tipo de malestar,
fiebre o tos, pase a la enfermería
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